domingo, 2 de noviembre de 2008

Review: Klaxons Teatro Caupolicán

Ya era hora de que escribiera esto, ya han pasado casi dos semanas del concierto que dieron los inglese en Santiago el 21 de Octubre, pero más vale tarde que nunca y si es para dar testimonio de un gran concierto el nunca no llega jamás.

El contexto era el siguiente. La visita de Klaxons estaba anunciada desde hace más de un mes en su myspace, pero la noticia sólo se confirmaría a menos de una semana del día del concierto. No estoy diciendo que el escazo público que ocupó la planta baja del Caupolicán hubiera sido mucho más si la organización hubiera confirmado las cosas antes o hubiera sido más 'organizada' (¿no hacen eso las organizaciones?), pero...no me cierro a esa posibilidad. En todo caso, el grupo que venía podría ser muy anónimo por estos lados, pero lo que se venía era una presentación de primer nivel, de culto quizás para los que viven la escena musical hoy en día. Klaxons fueron catalogados la 'Next Big Thing' de los charts ingleses y venían a estos lados con el cartel de haber cumplido con las expectativas que se les tenía. No eran sólo la banda del año según la prestigiosa NME, eran cuatro tipos que presentaban una propuesta muy atractiva, novedosa, genial, bla bla bla...Ahora, a lo que vine: sobre el concierto. A pesar de ser ingleses, no comenzaron el show a las 22:00 como se tenía presupuestado, pero da igual. La media hora de retraso aumentó las ansias. Acá la palabra Klaxons siempre estuvo acompañada de adjetivos como 'flúor', 'neón', 'hype' y toda esa parafernalia que relacionamos con los pitillos y pelo producido, pero Klaxons tocó a espaldas de un telón negro muy sobrio y un par de luces de colores proporcionadas por el Caupolicán. La música se cortó e inmediatamente, sin decir mucho, aparecen los Klaxons en el escenario, toman cada uno lo que les corresponde y empieza a sonar The Bouncer...¡¡Your name's not down you're not coming in!! gritan y el desenfreno comienza. Los de la primera fila no pararon de saltar y cantar, aunque no supieran la letra, desde principio a fin. Desde mi posición, la segunda fila (si es que existió), entre un tal Jamie (Bajo) y un tal Simon (Guitarra), no se escuchaba el teclado, pero no importó, todos conocíamos las canciones y para nosotros todo sonaba genial...la idea no era sentarse en el palco a oír a estos tipos y despúes aplaudirlos, había que saltar y así fue. Klaxons cumplió su papel, tocaron y lo hicieron bien, trasmitieron lo que había que trasmitir. Que el sonido no haya sido de lo mejor no es su culpa...hasta se dieron el tiempo de decir que amaban Santiago, no hacía falta decirlo, nadie les creyó pero el cariño ya lo tenían ganado y no importó. Tocaron casi todo el 'Myths Of The Near Future', su único disco a la fecha, incluyendo a Magick, uno de los puntos altos, que fue cantada a capella por el público aprovechando el break que hicieron en medio de la canción. En fín, desde mi punto de vista fue un espectáculo excelente. Con suerte tocaron una hora (creo que fue menos en verdad), pero fue una hora de música prendidísima y con eso bastó. El que no salió agotado y sin piernas no estuvo en el concierto aquella noche...he dicho. Otra cosa. ¿Nu rave? no. Estos cuatro tipos demostraron ser bien punk para sus cosas.

Fotos gracias a Maida Carvallo (me di el lujo de robarlas...gracias).

Por Cristóbal Encina

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